– Es verte en un puente volteando a verme pero ignorarme. Verte llorar por un pasado que ya no está y no poder consolarte en esa visión. Ver como observas el horizonte durante el atardecer y solo quedarme a tu lado esperando a poder cambiar tu historia.
– Es caminar en silencio escuchando música mientras el sol se oculta en dirección al océano. Imaginando que mientras acá oscurece, allá el sol desaparece cualquier sombra. La luz que se encuentra apagándose en mis pies, alumbra los tuyos y guía tus pasos, para que termines el día.
– Es buscarte en la madrugada que me despierto porque no logro conciliar el sueño. Esa sensación de cansancio y de no poder descansar por más vueltas que le doy a la cama.
– En saber que lloras en silencio mientras yo me encuentro acá, a 9,000 km de donde tú estás.
– Es saber que un día tú volverás acá y posiblemente yo no te acompañe pues será tu turno de recobrar el resto que dejaste acá, pues es claro tu interés de volver acá. Yo creo llevar eso que perdiste estando en Portugal, pero no sé si será suficiente para hacerte seguir adelante.
– Es esa sensación de vacío que lentamente se hace más fuerte con el palpitar del corazón.
– Es la esperanza de poder hacer un sueño realidad, de volver a sonreír y de volver a encontrar el universo en los ojos de otra persona.
– Es el miedo de estar con alguien, de ser tan feliz de haberlo encontrado y al mismo tiempo temer que un día abrirás los ojos y ya no estará ahí.
– Es no tener palabras para decir lo que en este momento uno siente.
– Es no poder tocar, sentir, oler o escuchar aquello que uno desea.
– Es estar lejos y cerca al mismo tiempo en una contradicción de tiempo y espacio.
ES ESTAR EN EL FUTURO. 6 HORAS DE FUTURO EN EL QUE PUEDO VER CON CLARIDAD EL SOL MIENTRAS TU VES LAS ESTRELLAS.
Es saber que regresaré.
Levi Medina Calderón
