martes, 31 de mayo de 2011

El valor de la persona humana



Quisiera compartir las reflexiones sobre mi visión de la persona humana y el valor que existe en ella. Es aquí (en cierta medida) que fundamento mi forma de relación con los demás, la perspectiva con que veo cada persona que se cruza en mi vida. Sin razones por las cuales hacemos las cosas, caeríamos en el sinsentido de la existencia:


EL VALOR DE LA PERSONA HUMANA

Una de las más comunes formas de fundamentar al hombre es una mirada Naturista, o sea, ver al ser humano sólo como una parte más de la materia corruptible del mundo. Eso en cierta manera es verdad, somos materia, pero no sólo, somos todo lo anterior dicho, y esto no nos da un valor en grados de perfección en contraposición de los animales, sino que la diferencia es en cuanto a sustancialidad, no somos sólo materia inerte en el universo, somos un portal a lo trascendente, a lo infinito; si no fuera así, nos conformariamos con subsistir (comer, dormir, trabajar, bailar)…pero ese no es el objetivo de la persona, sino que es el de aportar algo a la sociedad, descubrir la potencialidad de su propia vida.

Creo que cada uno tiene sus propias razones para hacer lo que hace, y eso es muestra de un deseo de desarrollo, de superarnos a nosotros mismos…Si a mí me preguntaran lo que les acabo de decir les diría que yo estoy aquí porque realmente quiero aportar algo a esta sociedad, puesto que falta mucha gente que no solo sepa mucho, porque enciclopedias hay muchas, y libros bastantes, pero gente que haga algo por esta humanidad desde los valores que se nos han transmitido, eso es lo que falta. Por ello creo que no somos un simple objeto, sino que somos sujetos trascendentes que pueden dejar huella en la humanidad haciendo el bien según la razón natural.

Así pues, hemos de desmitologizar que el hombre es una simple evolución animal (que lo somos por la ciencia, pero que no hablan del porque de la existencia de estos seres especiales).

¿No crees esto? ¿No crees que el ser humano tenga la respuesta de la existencia de la vida? Eso es un poco fuerte pero real…hasta ahora no hemos conocido un ser más sofisticado que el ser humano, pero incluso no lo conocemos del todo. Somos algo más que simple masa molecular, somos una entidad individual y trascendente que está en este mundo y que ha venido a aportar algo… ¿Tu qué quieres aportar?

No somos tampoco un absurdo, un hecho sin sentido, al menos (creo yo) todos tenemos un sentido para vivir, y si no, al menos lo estamos buscando. Puesto que otra falsa fundamentación del hombre lo es en el absurdo de su vida. Esta postura se llama Nihilismo, que es la fe en la absoluta ausencia de sentido, la desaparición del “supramundo ideal” y la aceptación del vacío que surge de la destrucción de ése idealismo.

Sartre habla del sentido desde el aspecto de la libertad y la autorrealización del hombre. También para él, como para Nietzche, Dios (como la imagen del fundamento existencial de la época) ha muerto, no existe. Dice que lo que existe es “ser en si”, lo que está; que hay un “ser para sí” que es la conciencia, que es negación intencional a lo otro como “no-suyo”, carencia de contenido objetivo. El hombre está en búsqueda de un proyecto-aspiración de transformación su “para sí” en “En si-para sí”, un ideal vano, imposible; por eso el hombre es una pasión inútil.

Si Dios es una idea contradictoria y el hombre es una pasión inútil, al unirse forman un absurdo. El habla de que Dios no existe y lo fundamenta antológicamente al hablar del ser, pero su antropología que le ayuda a la negación de Dios se fundamenta desde el término “libertad” vista como absoluta y autónoma. Dice que el hombre es libre si Dios no existe (un poco influido por Nietzche en la cuestión moral), dice él que “Si Dios existe el hombre no es libre; si el hombre es libre, Dios…no existe”, dice aquí que Dios condicionaría la libertad del hombre. Al no tener horizonte ni sentido, el hombre no tiene punto de referencia, lo que lo hace un absurdo en la existencia.

“El hombre es una pasión inútil, está destinado al fracaso; negatividad de la conciencia y de la libertad, de las relaciones interpersonales (ser para el otro) radicadas en el conflicto; negatividad del amor degradado a intento de apoderarse de la libertad del otro y del estar de más” de los otros, de sí mismo y del mundo; negatividad, sobre todo, del absurdo de la vida humana y de la muerte.”

Sobre la nada no se fundamenta ni Dios ni el hombre…

Es pues así que la búsqueda de sentido para estos hombres marcó su filosofía, aportan algo muy bueno para el desarrollo de conocimiento, pero sin embargo no cabe duda que el peor error del hombre sigue siendo el querer fundamentar la existencia humana en el hombre mismo, no se puede cimentar en el “homo sapiens” porque sin duda alguna el ser humano sigue en evolución y esto le lleva al egocentrismo práctico y el individualismo. Creo que ha de haber un sano equilibrio entre la personalidad y la sociedad, pues no somos islas.

EL AMOR COMO FUNDAMENTO DEL VALOR PERSONAL

Lo que le viene a dar sentido a la vida de la existencia humana es el fundamento que hace del hombre ser aquello que es: el amor. ¿Qué es el amor?

Hay algo que el ser humano necesita ante su vida, y es la capacidad de amar lo que él mismo es. El hombre es un ser que se auto construye y que se auto perfecciona, por lo tanto tu y yo estamos en construcción, y hemos de ser conscientes que nuestra vida depende mucho de la parte afectiva, del amor por el cual somos capaces de orientar todo lo que somos con tal de alcanzar ése proyecto.

Antropológicamente es la búsqueda del ser humano de la correspondencia terrena y de la complementariedad humana. No sólo es un sentimiento, sino que es una dimensión más profunda que hace de la relación persona-persona y persona-mundo un acto humano. Sin amor el hombre no es nada.

El hombre tiene la capacidad de abrirse a la relación con lo demás por medio de su misma estructura; el valor de la persona humana se fundamenta en esa existencia personal única y limitante, la cual hace del ser humano un acto relacional encuentro-amor que le permite captar el valor del otro. Mi valor no me lo da lo que hago, sino lo que profundamente soy, mi dignidad me la da la capacidad de amar y de ser amado por los demás, el sentirme parte de éste mundo en el cual estamos y podemos despertar a la conciencia del valor absoluto.


La propuesta que hace un filósofo llamado Emmanuel Mounier al mundo desde sus ideas para que la persona pueda vivir esa dimensión de valor propia lo siguiente:

a) El hombre para ser persona ha de salir de sí mismo: luchar contra el amor propio, que hoy denominamos como egocentrismo, individualismo;
b) Comprender: situarse en el punto de vista del otro, no buscar en el otro a uno mismo, ni verlo como cosa, sino recibir al otro en su diferencia;
c) Tomar sobre sí mismo, asumir: en el sentido de no sólo compadecer, sino de sufrir con el dolor, el destino, la pena, la alegría y la labor de los otros;
d) Dar: donación y entrega desinteresada;
e) Ser fiel: considerando la vida como una aventura creadora, que exige fidelidad a la propia persona.



Lo importante en el ser humano, en la sociedad actual es que se vuelva a despertar el valor de la persona humana, no somos sólo materia, somos personas con una interioridad y una capacidad de transformación de la realidad, lo que nos hace ser únicos en este mundo y a tener la oportunidad de cambiar no sólo el mundo, sino a nosotros mismos, el transformarnos en personas, no sólo es humano, en saber dignificar nuestras propias vidas hasta el final.


El hombre de hoy, o sea, tu y yo hemos de saber el valor personal, las cualidades importantes que poseemos y que nos hacen ser quienes somos, sin comparación y sabiendo lo que podemos y no podemos. El problema de nuestra sociedad es que a falta del valor personal, vamos buscando la valorización de los demás, que es buena, pero en la que no podemos cimentar nuestra vida.

Sólo así aprenderemos a ser auténticas personas con la libertad de amar y ser amados, de conectar con el mundo y encontrar cada día razones para hacer las actividades cotidianas...

viernes, 27 de mayo de 2011

La ricerca delle risposte...


Quando arriva la notte, il mio cuore rallenta un po’ desiderando un brivido che mi possa portare la serenità che mi manca. Ogni sera mi siedo davanti il mondo, dopo un bel giorno di lavoro e attività che mi fanno sentire stanco, ma allo stesso tempo felice d’aver fatto ciò che dovevo far. Quindi, la mia vitta si forma pian’ piano allo stesso tempo che si forma il mondo e penso di crescere man’ mano con la storia che devo vivere.

Vorrei alcune volte non sentire questa vita di sofferenza in cui ci troviamo tutti, con degli impegni che ti prendono il meglio di te stesso, posti dove non puoi crescere o far quello che vuoi, persone che si convertono nel nemico anziché dei fratelli pellegrini di questo mondo nella stessa strada.

Qualche volta mi chiedo me stesso se c’è posto per l’amore in questo mondo.

La risposta verrà quando non la stia aspettando, ma adesso solo voglio continuar vivendo ed imparando ciò che devo imparar. Il “vivere” ti porta la sofferenza, ma anche ti fa sentire i sentimenti più belli che possiamo godere: amare qualcuno, condividere la propria storia e scoprire che si può camminare sotto il sole con un sorriso e dalla mano di qualcuno... altrimenti non avrebbe senso esserci quagiù.

Ancora è il mio tempo di crescita, il mio tempo di aprire gli occhi a tutto ciò che mi possa far una persona migliore. Se la mia destinazione è la solitudine con i miei pensieri e le mie emozioni, ovunque vada saprò che forse ho fatto tutto ciò che potevo per vivere con la pienezza di cui avevo bisogno...

domingo, 22 de mayo de 2011

Para todo hay tiempo... sólo es cuestión de verlo así.


Para todas las cosas hay sazón,

y todo lo que se quiere debajo del cielo, tiene su tiempo:

Tiempo de nacer, y tiempo de morir;

tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado;

Tiempo de matar, y tiempo de curar;

tiempo de destruir, y tiempo de edificar;

Tiempo de llorar, y tiempo de reir;

tiempo de endechar, y tiempo de bailar;

Tiempo de esparcir las piedras, y tiempo de allegar las piedras;

tiempo de abrazar, y tiempo de alejarse de abrazar;

Tiempo de agenciar, y tiempo de perder;

tiempo de guardar, y tiempo de arrojar;

Tiempo de romper, y tiempo de coser;

tiempo de callar, y tiempo de hablar;

Tiempo de amar, y tiempo de aborrecer;

tiempo de guerra, y tiempo de paz.

(Eclesiastés 3, 1-8)

martes, 17 de mayo de 2011

Momentos de luz


¿Alguna vez has sentido que estas en medio de un laberinto sin salida? y peor aún ¿que estás en medio de una total obscuridad? No se cómo se puedan catalogar estos momentos en nuestra vida; pero de algo estoy seguro: todos los hemos pasado.

Muchas veces pretendemos hacernos creer que no pasa nada y lo ocultamos con falsas ideas de felicidad o de cosas que nos distraen del dolor que aquella situación nos provoca. A pesar de muchas veces pensar que no tiene solución o que lo mejor es desistir, es cuando aparece un rayo de esperanza y de luz que te brinda la posibilidad de volver a ver el cielo y a esperar los rayos de sol de esperanza que la creación y el Creador nos brindan día a día. A lo largo de mi corta vida, he tenido momentos en los que he podido darme cuenta que, cuando más lo necesité, la luz llegó a mi mente y a mi corazón, sea a través de alguien, de un consejo, de una palabra, de un acto o de una acción.

Siento que muchas veces pasamos desapercibidos de esta señal del Cielo que nos llega o nos es enviada para darnos cuenta de muchas cosas. Hoy tuve la singularidad de darme cuenta de esto mientras regresaba a casa después del trabajo, en el peor de los lugares en los que creí alguna vez recibir una luz de esperanza: nada menos que en el Metro de la Ciudad de México.

No es fácil de explicar pero sólo sé que hubo una luz profunda en mi alma que calmó mi soledad, mi dolor y mi angustia. Me di cuenta de muchas cosas, y de verdad que siento mi vida de nuevo con ese sabor con el que siempre me han dicho mis amigos me ha caracterizado.

Sólo puedo dejar escrito que debemos estar atentos a estas señales del Cielo, a estas dádivas que nos vienen a ayudar en los momentos que más necesitamos. Mi consejo: abre tus ojos a las señales que vienen de lo alto, a las que realmente te ayudan a ver la profundidad de la vida y a disfrutar de la belleza que se esconde en tu interior y a partir de allí, a disfrutar de la belleza de las otras personas.

Mil gracias!

domingo, 15 de mayo de 2011

¿Qué es el amor?



Aunque hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles,si me falta amor sería como bronce que resuena o campana que retiñe.
Aunque tuviera el don de profecía y descubriera todos los misterios - el saber más elevado -, aunque tuviera tanta fe como para trasladar montes, si me falta amor nada soy.

Aunque repartiera todo lo que poseo e incluso sacrificara mi cuerpo, pero para recibir alabanzas y sin tener el amor, de nada me sirve.

El amor es paciente y muestra comprensión. El amor no tiene celos, no aparenta ni se infla. No actúa con bajeza ni busca su propio interés, no se deja llevar por la ira y olvida lo malo.

No se alegra de lo injusto, sino que se goza de la verdad. Perdura a pesar de todo, lo cree todo, lo espera todo y lo soporta todo.

El amor nunca pasará. Las profecías perderán su razón de ser, callarán las lenguas y ya no servirá el saber más elevado. Porque este saber queda muy imperfecto, y nuestras profecías son también algo muy limitado; y cuando llegue lo perfecto, lo que es limitado desaparecerá.

Cuando era niño, hablaba como niño, pensaba y razonaba como niño. Pero cuándo me hice hombre, dejé de lado las cosas de niño. Así también en el momento presente vemos las cosas como en un mal espejo y hay que adivinarlas, pero entonces las vemos cara a cara. Ahora conozco en parte, pero entonces conoceré como soy conocido.

Ahora, pues, son válidas la fe, la esperanza y el amor; las tres, pero la mayor de estas tres es el amor.


San Pablo (1Cor13)

jueves, 5 de mayo de 2011

Consejo


Enamórate de alguien que te ame, que te espere, que te comprenda aún en la locura; de alguien que te ayude, que te guíe, que sea tu apoyo, tu esperanza, tu todo.

Enamórate de alguien que no te traicione, que sea fiel, que sueñe contigo, que sólo piense en ti, en tu rostro, en tu delicadeza, en tu espíritu y no en tu cuerpo ni en tus bienes.

Enamórate de alguien que te espere hasta el final, de alguien que sea lo que tú no elijas, lo que no esperes.

Enamórate de alguien que sufra contigo, que ría junto a ti, que seque tus lágrimas, que te abrigue cuando sea necesario, que se alegre con tus alegrías y que te dé fuerzas después de un fracaso.

Enamórate de alguien que vuelva a tí después de las peleas, después del desencuentro, de alguien que camine junto a ti, que sea un buen compañero, que respete tus fantasías, tus ilusiones.

Enamórate de alguien que te ame.

(Carmen Monroy)