En estos días celebramos la grande fiesta de la Navidad, una fiesta religiosa que se ha penetrado hasta los huesos de nuestra sociedad, por más laica que se defina. Al pasar en estos días por las calles de mi ciudad, descubro la belleza de los monumentos iluminados con las luces navideñas que realzan su majestuosidad: los árboles navideños, los preciosos nacimientos y las luces centellantes que hacen de estas noches un recuerdo memorable.
Pero al reflexionar sobre la profundidad del misterio navideño, me pregunto si pudiera colocarme en el pesebre y contemplar al pequeño que nace a favor de nuestra Salvación, si estuviera frente a El no se que diría, tal vez simplemente me limitaría a tomarlo en mis brazos y agradecerle el tanto amor que nos ha manifestado al hacerse un simple nene que se fía de nuestras debilidades. ¡Tanto amor nos ha manifestado!
Gracias Señor, gracias por la grandeza de tu abajamiento y la simplicidad de tu gloria. Que en esta Navidad renazca la esperanza profunda de la fe, y que nuestras vidas cada vez más se acoplen a tu plan de amor. Quisiera ofrecerte lo bueno y lo malo que hice este año, para que tu me ayudes a ser cada vez mejor…
apuesto a que no sabes quien soy!
ResponderBorrarEntre millones y millones de usuarios en la internet, jamás lograria adivinar..
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